sábado, febrero 07, 2015

Cuando el otoño se llamó Leonor



El último otoño trajo una lluvia temprana
que tiñó de azul, el color de tu paraguas
y encharcó las huellas que dejaste al pasar
por tu travesía breve de intensa pasajera
con un baúl repleto de libros y andanzas.
Con un libro inconcluso de historias calladas
que buscan desenlace para nudos apretados,
que se esconden tras disfraces de olvido
bajo el paraguas azul y tu mirada entornada.
Llovía, miraste hacia la esquina, no me viste
Pues no me conocías y no sabías que era yo
aquel que entre charcos y lluvia te seguía.
De mí sólo habías leído algunas letras
escritas en blancas esquelas y ajados pergaminos.
Esas letras creo que fueron las intrusas culpables
que hicieran que tú subieras a un taxí y te perdieras
tras la cortina de lluvia que cubría la ciudad,
escondiendo tu mirada bajo el paraguas azul.

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